Buscando el equilibrio con los entrenamientos
Hace un par de semanas escribí acerca de mis buenos propósitos deportivos para el 2016 y durante estos días he estado haciendo experimentos para encontrar el equilibrio entre todo lo que el día puede dar de si.
La semana pasada entrené todos los días. Me levantaba a las 6:30, a las 07:00 ya estaba en el despacho para trabajar en casa justo antes de salir a hacerlo fuera a las 8:30. Volvía a las 20:30 y me iba a entrenar. El resultado era que entre una cosa y otra acababa de cenar casi a las 23:00…
Esta semana lo he hecho mucho más fácil. No he entrenado más que el viernes tarde y el fin de semana, mis días libres.
El resultado de ver los dos extremos es el equilibrio de sesiones que estoy intentando encontrar. La proporción ideal entre lo que puedo entrenar sin ver perjudicados otros apartados de mi vida. He comprobado cómo es posible, incluso, poder llegar a prepararme un Ironman pero a cambio tendría que sacrificar una parte social muy importante. No compensa.
Hay una fina linea que separa la fuerza de voluntad de la estupidez o el esfuerzo innecesario y necesitaba poder comprobarlo. De lo primero ya he podido constatar que no me falta: planificación y sacrificio para entrenar. Ahora bien, ¿A qué precio?
Me apetecía poder comprobar como sería una semana con volúmenes de entrenamientos altos y ver como podía sobrellevarlo y no creo que esté dispuesto a hacerlo. Quizás cuando mi situación laboral vuelva a cambiar, será posible de nuevo.
A cambio he podido encontrar el equilibrio. Tengo un fin de semana libre cada semana, unas horas de una tarde para poder nadar y tan solo sacrificaré dos días entre semana para volver tarde a casa, algo que me puedo permitir asumir.
Ahora ya lo tengo claro, ya tengo la estructura básica de mi semana para poder llegar a todo. La real y no la deseada, pero la que me realiza y me permite llegar a todo lo que quiero.
Hoy han caído 16K por la montaña con 600 de desnivel. Sensaciones de ir mejorando, eso dice el crono. Contento con la salida acompañado del tio Paco. La semana que viene, primera carrera del año, de la temporada y de mucho tiempo atrás: 10K en Vilafranca del Penedès.