Semana impresionante, renuncias, sacrificios y beneficios de entrenar
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Pocas semanas fallan en mis salidas el acercarme a ver el mar |
Esta semana se han alienado los astros o más bien la Luna. Las semanas de Luna llena suele ser habitual en mi que me sienta con más energía. Puede que haya sido el caso o no pero desde el pasado lunes a hoy domingo he entrenado la increíble cifra de 09:15 horas, menos de lo que tardo en un Ironman pero muchísimo más de lo habitual en una semana normal, vamos, casi el doble. Ha coincidido con un día de fiesta en miércoles en el que metí tres horitas de bici y con eso ya lo tenía. En realidad lo que hace subir o bajar el volumen es alguna salida extra de bici. La asignatura pendiente sigue siendo el agua, sin novedades en el frente, sigo con alergia a ir a la piscina.
A cambio de esas horas he hecho algunas renuncias y sacrificios que han reportado ciertos beneficios. Primero el orgullo de sumar tanto tiempo y la sensación esa que se te queda en el cuerpo por el trabajo bien hecho. Además de todo esto el Strava me dice que hay progresos y mejoras. A cambio he tenido que madrugar más los días que entreno que los que trabajo y algunas ya sabéis la rabia que da eso, sobretodo cuando te pierdes poder despertar aunque sea un día a la semana junto a tu pareja y disfrutar de los primeros rayos de sol que entran por la rendija de la ventana compartiendo sábanas y descanso. Pues eso me lo he perdido… y ella también, pero solo la compañía.
También he dejado tareas por hacer, programarme la semana laboral, realizar trabajos que para el lunes tienen que estar hechos sí o sí y que tengo que empezar a hacer al acabar de escribir esta entrada, estudiar un par de cursos en los que estoy matriculado, recados y cosas pendientes… El tiempo que gano por un lado lo pierdo por otro pero el proceso de encontrar el equilibrio es lo siempre intento mejorar. Lo bueno es que el entrenamiento me quita el estrés que podría generar el llevar el trabajo atrasado así que Keep Calm and Train Triathlon.