Crónica: 10K Vilafranca del Penedès 2016, el retorno del runner
Pues ya tenía ganas de sentarme frente al ordenador a escribir una crónica. En los últimos años no ha abundado mucho por este blog ese tipo de artículos… Y aquí la prueba. El runner que llevo en mi está otra vez asomando el hocico… Como este domingo que cierra enero en los 10K de Vilafranca, la primera de las carreras que marca el camino hacia mi objetivo de este año, el Half de Vitoria-Gasteiz.
La marca ha sido lo de menos. He parado el crono en 43:52. Lo mejor ha sido volver a vivir todo eso que tanto añoraba. Los saludos con los amigos y conocidos que te encuentras por ahí, el sonido de cientos de suelas pisar el asfalto, el calor humano antes de la salida, el olor a réflex, los niños del avituallamiento, las canciones motivadoras de siempre a la salida y a la llegada, las liebres, la animación del recorrido, los aplausos del público, la recogida de dorsales… ¡Qué magnífico todo!
En cuanto a mi carrera, ha ido genial de sensaciones. Hemos ido con la liebre de los 45 minutos y muy cómodo todo el rato. Apenas superaba el 75-80% de mis pulsaciones cuando todavía recuerdo que lo normal en estas carreras era ir por encima del 90% y con el hígado fuera. Tan a gusto corría que he podido disfrutar de la carrera como un niño con zapatillas nuevas. En el Km 7 he apretado un poquito, no mucho, para poder bajar de los 44 minutos.
Ha sido una carrera con la única función de volver a motivarme, y lo he conseguido. Con las series que hice el miércoles y con la comodidad con la que he corrido hoy, tampoco veo tan lejos volver a estar en esos sub40 de antaño. Aunque para eso todavía queda meter mucha calidad y constancia. Ahí estaré para intentarlo.