
Hace poco más de un año
hice un test de Cooper completando 3000 metros, a 4 minutos por kilómetro. Por aquel estonces aún estaba
recuperándome del síndrome de la cintilla iliotibial, que me llevaba por el camino de la amargura. Hoy hemos vuelto a repetir ese test y me han salido 3250 metros, un cuarto de kilómetro más a un ritmo de 3:42 el kilómetro con y 184 pulsaciones medias. Paso a paso mejorando la carrera.