El abandono… El reencuentro
Cuando algo queda abandonado a su suerte ese algo se deteriora. Mientras tanto, aquel que lo ha abandonado no deja de pensar en ello, en si algún día tendrá que recuperarlo y volverlo a adecentar. Llámese blog, llámese actitud o llámese motivación deportiva… Son algunas de las cosas que he abandonado hace ya demasiados meses.
En contadas ocasiones hay atisbos de que todo volverá a ser como unos años atrás pero la realidad, las obligaciones, las lesiones o los nuevos compromisos me vuelven a apartar de todo aquello que en el pasado ocupaba un lugar preferente en mi vida y me hacia feliz. Me hacía casi tan feliz como aquello que me obligó a apartarme del deporte y que durante todo este tiempo ausente del triatlón ha mantenido mis ilusiones vivas.
En breve pondré fin, por el momento, a mi vida como profesional autónomo y me podré liberar de toda la carga que me ha servido de excusa perfecta para apartarme de mares, rios, carreteras y caminos… No será un paso atrás en mi vida profesional. Más bien serán unos cuantos; los suficientes para coger el impulso necesario y poder lanzarme en el futuro a emprender de nuevo, porque lo que me han dado estos casi 3 años al frente de Moda y Pedal y como periodista freelance me lo guardo ahí, en la recámara. Es un gran arsenal de experiencia y conocimientos de los que estoy seguro que voy a poder explotar al máximo de ahora en adelante. En el camino hacia el éxito es imprescindible el fracaso temprano.
Así que la cabra tira al monte. Y uno no puede dejar de darle al coco, de mantener la mente ocupada con nuevas historias, de aplicar esa máxima de “Soy feliz porque hago cosas”. Y eso voy a seguir haciendo y domostrando. Espero ansioso ese reencuentro triatlético y otros muchos proyectos que volverán a moldear mi día a día de la manera que más me gusta.